Qué bueno sería tener más sábados a la noche como el del finde pasado.
Primero asado con amigos que incluyó fotos con música norteña de fondo, guitarreada al estilo Iruya y una charla placentera y muy útil.
Después bar en Palermo, lindo lugar, mesitas afuera para sobrevivir de la música electrónica y buena onda..
Hasta ahi ibamos muy bien, lindísima noche...
...pero para que sea perfecta, qué mejor que terminarla abrazada con él... a las seis de la mañana... un poco borracha...y un poco loca pero lo suficientemente conciente como para pasarla muy bien y hoy poder decir que no fue una vez cualquiera, que tuvo algo especial... y que me encantó.
miércoles, mayo 11, 2005
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