jueves, agosto 17, 2006

La juventud tiene, entre otras ventajas, la del descubrimiento permanente: uno cree que se enamora hasta los tuétanos sólo para entender, la vez siguiente, que aquello no era amor y que esto sí, sólo para entender, la vez
siguiente, que aquello no era amor y que esto sí, sólo para entender, la vez siguiente -o la otra, quizás,
según la suerte.

Martín Caparrós
Amor y Anarquia

domingo, agosto 13, 2006

Si tuviera una lista de fines de semanas "Macana", este que pasó lo pondría seguro en uno de los primeros puestos.
Empezó bien. Era viernes a la tarde y yo tenía unas ganas increibles de joder y de buscar a R. para finalmente hacer algo con ese tema. Primero fui al recital de Divididos, después a comer con una amiga, y más tarde a mi casa. En casa me bañé, me tomé una cerveza, estuve con mi hermana, su novia y una amiga mia jugando a las cartas, y tipo 4 me dirigí a un boliche donde creí que podía encontrar al famoso Sr. Vieja.
No estaba, se hacían las cinco y las posibilidades de que llegue eran nulas. Yo me estaba divirtiendo igual, pasaban buena música y le seguía dando al chupi como sino existiera el mañana. Podría haberme quedado en paz jodiendo con mis amigas, pero no, tuve la brillante idea de mandar a una de las chicas a que averigue. Una cosa llevó a la otra y yo terminé muy expuesta frente a un conocido de él que tranquilamente puede contarle que yo estuve preguntando sobre su paradero y demás detalles que no vienen al caso.
"Mañana te lo llevo a tal lugar".
El sábado pasé una tarde maravillosa de amigas que terminó en comilona. Volví a casa a eso de la 1 e hice casi lo mismo que la noche anterior. Me bañé, me tomé una cerveza y me preparé para salir. Obviamente, fui a ese tal lugar.
No estaba. Y la re puta madre que me re mil parió. Igual me divertí. El tema es que cuando me pongo en pedo hablo de más y volví a quedar expuesta frente a otro conocido de él, por suerte este es mucho menos peligroso, pero no importa, soy una pelotuda igual.
Mientras que la noche transcurría yo me mensajeaba con mis amigos y con N. Finalmente los chicos quedaron en pasar por el bar pero como estaban a muchos kilómetros de distancia se les complicó y dijeron que terminaban la noche ahi. Para ese momento, yo ya estaba en lo de una amiga chupando porque el bar había cerrado, de hecho ya habíamos bajoneado y todo. Conclusión: volví a mensajearme con N y quedamos en vernos.
Cuando estaba llegando, me llamó uno de los chicos diciendo que estaban yendome a buscar. Pequeño problema. Tenía que elegir entre N., a quien tenía muchas ganas de ver, y mis amigos, incluído uno que me tuvo bastante confusa toda la semana. Elegí mal. Lo peor del caso es que le mentí tremendamente a N. y él ya estaba en la puerta de la casa de mi amiga. Bajé, nos dimos muchos besos, le pedí perdón y se fue. No llegué a subir que tocaron el portero mis amigos. Yo no quería que se crucen, no quería que ete amigo confundidor lo vea a N. porque habíamos chapado la semana pasada, me tendría que haber re cagado en eso y quedarme con N. para terminar la noche como a mi me gusta. Pero no.
Nos fuimos a la casa de uno de los chicos y tomamos unos mates. Yo no podía con mi culpa y mi arrepentimiento. Encima no me pasó absolutamente nada con mi amigo, nada de nada, no me movió ni un pelo. Claro que igual me tuve que comer flor de histeriqueada. Esto fue lo único bueno de la mentira: saciar mi necesidad de saber qué mierda estaba pasando. Y que encima, para mi alegría y salud mental, sea nada.
El problema ahora es que probablemente N. se haya cruzado con ellos y se haya dado cuenta de que mentí y no me quiera ver más. Me mata pensar en eso. Es una idea que no soporto en lo mas mínimo.
Esto se llama inestabilidad emocional: pensar y querer a A., averiguar por R., arreglar algo con N. y cancelarlo por C.

Y yo me pregunto, en qué lugar habrá consuelo para mi locura?