viernes, febrero 24, 2006

Llegó el viernes. Ultimamente las semanas pasan muy rápido y en general uno lo comenta entre asombrado y contento. Es loco ponerse contento porque los días pasan rápido cuando eso en realidad significa que la vida pasa rápido. Nose si es loco o es malo. El hecho de que me de miedo ponerme a analizar que hice en estas semanas que pasaron asi como un rayo me da la sensación de que algo malo tiene. Pero es solo por esta bendita teoría de que en la vida hay que eforzarse todo el tiempo para cumplir metas y proyectos y sueños porque sino nos sos nadie, cuando en realidad lo que mas queremos es vivir felices, cada uno a su manera.
Cuando me pongo a pensar en estos temas pierdo fácilmente la idea principal.
Los días pasaron muy rápido y me tranquilizo pensando que hice cosas, quizas menos de las que deberìa, pero que hice lo que pude y que es algo, que todo ayuda. Y en realidad asi es.

Es difícil bajar a un papel cibernético una idea que te lleva horas y horas de pensar, a mi no me sale. Menos en este momento en el que me cuesta tanto escribir, sobretodo escribir bien. Este blog nunca ayudó a eso y por eso a veces quiero cerrarlo. El otro día releía posts anteriores y me preguntaba donde estaban los signos de puntuación entre muchas otras cosas que faltaban. Igual tiene su parte positiva, hice catarsis, muchas veces me ayudó a no romperme la mano contra la pared o a no putear a un inocente. También a bajar el nivel de ansiedad.

18 hs. Recien ahora puedo bajar la exitación que tengo desde hace un par de días por los Stones. De repente me estoy empezando a dormir, es como si me hubiera tomado un rivotril. Lástima que es solo corporal, a veces temo que la relajación mental no llegue nunca. Y a veces pienso que si llega por favor no se quede por mucho tiempo.
El otro día él me escribió: ¿No es bueno que uno tenga dudas todo el tiempo? Porque, dicen, se avanza desde la pregunta y no la respuesta. Y las preguntas nos abren puertas a situaciones nuevas que generarán nuevas dudas: y así...
El es muy lindo y además sabe de todo. Y aunque a veces me vuelva loca intentando aprender cosas para poder sentirme algun día a la altura de el, me encanta que me enseñe. Me encanta que se haga el grande, bueno, es un poco grande, pero que me trate como una nena es tierno y hace que me guste mucho más de lo que él se imagina.

Que se yo.. una hora para irme del trabajo y digamos que dos para abrazarme con mi cama y dormir sin limite. Pequeñas cosas, eso.

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