domingo, enero 06, 2008

De tanto pensar mirando a la nada, dejé enfriar el cafe. Pero el paquete de Pepas me lo comí enterito, vaya elecciones.
Hace aproximadamente un mes atrás estaba en la misma situación. "Tengo que cortar, pero lo amo, pero así no puedo estar, pero lo amo, y cómo hago para decirle en la cara que se terminó.... si lo amo".
Ahora hay dos diferencias. La otra vez estaba mucho más segura. Y la otra vez no sabía todo lo que iba a prometer, y yo iba a creer y menos sabía que lo cumpliría pero solo por un tiempo.
Ahora se todo y ahora también es peor, porque no puedo creerle ni una sola palabra de lo que dice. Pero igual lo amo. Y además de imaginar su carita escuchando mi decisión, se me muere el alma, llora sin parar.
Puedo seguir, si. Siendo conciente de que estas situaciones se repetirán una y otra vez. Pero para qué. Ya no creo que podamos llegar a algún lado. Ya no creo en nada.

Una vez me cantó y dedicó:

Yo canto para abrazarte
porque entenderte ya no me basta
yo canto para librarme
de las cadenas negras,
de ideas y palabras
que trazan una línea en el agua
dividiendo lo indivisible: vos y yo.

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