Te dije que mi idea de hablar era sacarme todo de adentro para así dejar de pensar en vos. Realmente esa era mi idea, pero hasta ahora no funciónó. Tengo muchas ganas de verte y de abrazarte y de decirte. Lástima que no tengo ganas de insistir, nose por qué. Será que en el fondo, aunque por momentos quiera, no me olvido y no me desentiendo de tus palabras, tan delicadas, pero tan tan claras y convincentes. Igual, tengo que reconocer que por momentos no me importa lo que hablamos y hago como que todo está igual. Pero también me deprimo y tengo pesadillas que exageran la realidad, como si mi cabeza quisiera alertarme de algo.
Tengo casi prohibido verte y mucho mas esribirte.
Pero tengo ganas.
Y tengo miedo de que esto sea asi por mucho tiempo más.
Quizás solo sean días, porque estoy bien, realmente bien. Pero qué pasará cuando te vuelva a ver, nose, nadie sabe.
No sos en lo único que pienso, hasta ahora eso es lo bueno, va pasando esa especie de obsesión, creo.