Extraño

hoy te extraño.
extraño terminar las fiestas con vos. nuestras charlas a veces un poco incoherentes y a veces no. tus confesiones que yo aparentaba no escuchar pero que siempre me quedaban en la piel.
todas las cosas que te prometí y no hice, ahora me muero por hacerlas, a cada rato.
no siento ganas de abrazarte, ni de tocarte. no extraño eso.
sí extraño nuestro permanente histeriqueo.
odio lo que me hiciste.
y odio haber pensando que a nuestra forma estábamos bien. que por fin me ibas a dar la mano y que yo, como te prometí, no te la iba a soltar.
me quedo con ganas de que funcione. de leerte un poema. de escuchar tu dolor y contarte el mio.
quiero saber si vos me extrañás. si sentiste algo cuando hoy atendiste el teléfono y era yo y ni te saludé.
quiero saber si sentís una pérdida o te da igual.
no quiero recordar tu constante pregunta de por qué no podemos estar juntos.
ni la respuesta.
quiero, no quiero. extraño y no extraño.

Si tú me extrañas a mí, yo no me olvido de ti.
¿Por qué coño separarnos?
Si tú me lloras a mí, hago lo mismo por ti... ¿Como enjuagarlo?
Y no es verdad que aquí nadie ha puesto un duro más.
Maldita apuesta feroz, y de por medio el amor...
Cuando faltas te extraño, te extraño.
No es una canción de amor, eso al menos pienso yo, es mucho más sano.
Con la opinión de Dios, quizás uno de los dos lo vea más claro.
¿Quién rezará, quién ganará este estúpido duelo?
Maldita apuesta de amor, que uno de los dos perdió.
Cuando faltas me muero...

pero vos no. y está bien así. lo siento y lo sentís. o al menos lo se, y vos también.