A veces creo que llegó el momento de agarrar un cuaderno, una lapicera y empezar a escribir cartas o mensajitos cortos y concisos a ciertos imbéciles que se me cruzaron por el camino. Es cierto que muchos ya me escucharon gritar, putear o con mejor suerte una hora entera de ironías, pero hay otros que quedaron impunes ante tanta maldad, crueldad u obvia y elemental estupidez y eso no está bien, tienen que pagarlo. Me cansé de esperar el cadáver de mis enemigos y de hecho ya no quiero vengarme de nadie, solo gritar ciertas verdades o mínimo escribirlas y no en mi blog precisamente. No es nada contra vos bebe, sabes que te amo, pero me estás quedando corto, necesito gritarles a los que me pueden contestar y pedir perdón, cuak.